Los dirigidos
por Mark Wilmots derrotaron a Rusia faltando pocos minutos para cumplir el
tiempo reglamentario. Al igual que lo sucedido en su presentación, Bélgica aún
no demostró todo lo insinuado en Europa, aunque ya clasificó a octavos. En
tanto, Argelia superó holgadamente al débil Corea por 4 a 2. Por último, en el
grupo G, Portugal volvió a decepcionar y rescató un punto ante Estados Unidos.
Los “diablos
rojos” siguen ausentes. Mucho se esperaba de esta selección que brilló en las
eliminatorias, pero el “fútbol total” que habían desarrollado se muestra
incompleto. A pesar de ello, Bélgica ganó sus dos compromisos, ajustadamente, y
jugará octavos de final. El cambio de esquema para el encuentro ante Rusia y
las variantes del entrenador Mark Wilmots no fueron satisfactorios. Delante estuvo
Rusia, que sí actuó mejor que en su presentación ante Corea y mereció algo más
que una derrota.
El
gol llegó tarde, a un suspiro del final, gracias al trabajo de Hazard, el mejor
hombre del conjunto belga, quien volvió loco a Kombarov por el sector derecho
del ataque. A pesar de las acciones del jugador del Chelsea, hay que destacar
el trabajo defensivo, acompañado por la mala puntería rusa. Justamente, los
dirigidos por Capello se hicieron dueños del mediocampo y generaron peligro a
partir de ese sector de la cancha, proyectando a los laterales y asumiendo un
compromiso más arriesgado que ante Corea.
Wilmots
dispuso de un 4-2-3-1, con Fellaini como titular. Sin embargo, el jugador del
Manchester brilló por su ausencia. Además, las bandas fueron perdiendo su
predominio y Rusia se animó a lanzar ataques desde los laterales. El
superpoblado mediocampo ruso se adueñó de las acciones, mientras los belgas
preparaban cambios porque sus delanteros no reaccionaban o lucían cansados.
Capello mantuvo el 4-2-3-1 y Kerzakhov sufría desde el banco de suplentes. Recién
cuando Bélgica anotó, el entrenador italiano dispuso el ingreso del goleador. Tarde.
Faltando
dos minutos, el movedizo Hazard, quien se movió por todo el frente de ataque,
le sirvió el gol a Origi, tras una contra, y Bélgica se alzó con un triunfo
inesperado, aunque aprovechando la subida de Yeshchenko. Buena lectura táctica
para el salvador belga, quien volvió a aparecer sobre le hora, como sucedió en
el debut ante Argelia.
Corea 2-4 Argelia
Argelia
maduró a tiempo y liquidó a Corea con cuatro goles. Evidentemente, este equipo
plasmó el aprendizaje que los franceses inculcaron en el fútbol africano del
Magreb. Esta tendencia venía desarrollándose con la presencia de jugadores
argelinos en la liga europea y con el intercambio de entrenadores y futbolistas
galos veteranos en Argelia. Así, la simbiosis dio un producto competitivo, que
tiene ganas de explotar en Brasil.
En
su debut, sorprendieron a los belgas, pero ahora aquel asombro se transformó en
revelación. Cierto que Corea ya no es el
rival de Mundiales anteriores y su poderío en Asia disminuyó en los últimos
años. Además, esta generación de jóvenes aún no ha madurado para afrontar
competencias de alto nivel y solo Park, Tae-Hwi y Keun afloran como
experimentados.
El
partido fue intenso y arrancó con un ida y vuelta constante, pero los argelinos
tenían matices de un juego más lucido, preciso y dinámico. Para ello, contó con
la dupla de Brahimi y Feghouli, los dueños del mediocampo y de gran actuación.
Asimismo, la agresividad del delantero Slimani fue fundamental para colarse
entre los frágiles centrales coreanos. Así, el primer tiempo fue absolutamente dominado
por los “zorros del desierto” y les bastó para sumar tres puntos vitales que
podrían significar la clasificación.
EE.UU. 2-2 Portugal
Da la
sensación que Portugal y los Mundiales no se llevan bien. Hay que retroceder
hasta la época de Eusebio para encontrar una gran actuación del seleccionado
europeo en una Copa del Mundo. La goleada ante Alemania podría significar, al
igual que España, la catapulta de salida de Brasil, si no llega a ganar el
encuentro ante Ghana, que también necesita las tres unidades. En tanto, los
Estados Unidos pueden sentirse satisfechos por el empate logrado.
Con
un esquema conservador, los dirigidos por
Klinsmann se hicieron fuertes defendiendo y aprovechando dos formas de
ataque: el contragolpe y la pelota detenida. Con eso les alcanzaría para pasar
de ronda, pero no superará demasiados obstáculos si no arriesga un poco más. Con
un 4-4-1-1, Estados Unidos supo animarse en la segunda mitad porque Portugal le
regaló algunos espacios.
Justamente,
los lusitanos esperaban mucho más de Cristiano Ronaldo, el alma de un equipo
que carece de personalidad y línea de juego. Paulo Vento plasmó un 4-3-3 que,
de entrada, fue ofensivo y anotó el primer gol gracias al empuje de Veloso, a
un regalo defensivo yanqui y a la definición de Nani. Fue justo lo que
necesitaba Estados Unidos para reaccionar, como sucedió con Ghana, aprovechando
los laterales y generando peligro con Dempsey entre medio de Bruno Alves y Ricardo Costa, más el acercamiento de
Jones, que alcanzó la igualdad. En tanto, Ronaldo seguía ausente.