El encuentro tuvo un inicio
dramático porque Croacia llegó al gol con una contra veloz y la definición en
su valla de Marcelo. Los europeos demostraron capacidad para abstraerse del
marco y complicaron las intensiones brasileñas. Armados con un 4-4-2,
aprovecharon la velocidad de Olic, el veterano delantero de Wolfsburgo que en
su selección jugó de volante izquierdo. Si bien se paró de contra, los
dirigidos por Niko Kovac fueron veloces y precisos en los movimientos
iniciales.
Los defensores estuvieron siempre cerca de Pletikosa, parados en una férrea línea de cuatro, mientras que Modric y Rakitic eran los cerebros del centro del campo. Tanto el jugador del Real Madrid como su compañero del Sevilla esgrimieron argumentos para liderar al conjunto croata con buena técnica, inteligencia y dinamismo. Sin embargo, fueron débiles a la hora de recuperar el balón cuando Brasil atacaba porque dejaron espacios por cubrir a sus espaldas.
Los defensores estuvieron siempre cerca de Pletikosa, parados en una férrea línea de cuatro, mientras que Modric y Rakitic eran los cerebros del centro del campo. Tanto el jugador del Real Madrid como su compañero del Sevilla esgrimieron argumentos para liderar al conjunto croata con buena técnica, inteligencia y dinamismo. Sin embargo, fueron débiles a la hora de recuperar el balón cuando Brasil atacaba porque dejaron espacios por cubrir a sus espaldas.
Por su parte, Neymar se dio cuenta de ello y comenzó a moverse cerca de Modric y Rakitic para convertirse el conductor brasileño. Hasta el gol croata, el “scratch” fue previsible, tratando de mantener el balón en su poder y avanzando por los costados, donde Hulk y Oscar se movían sin lograr profundidad. El astro del Barcelona carecía de compañía y Fred se aisló durante todo el encuentro. El diez fue el autor del gol del empate, tras una acción individual y un remate certero.
Scolari mantuvo el 4-2-3-1, con defensores de notable jerarquía, pero que muchas veces se sintieron desprotegidos, sobre todo porque Alves y Marcelo se sumaban al ataque y las contras croatas eran bastante rápidas. De igual modo, Hulk y Oscar no retrocedían para colaborar y esto tampoco permitió el lucimiento de Luiz Gustavo y Paulinho, los medio centro defensivos que corrieron más de lo que jugaron. Claramente, las performances de Modric y Rakitic fueron demasiado para ellos.
O tal vez no, ya que el juez del partido
sancionó una falta polémica cuando Croacia marcaba el segundo tanto y, sobre
todo, tras inventar un penal a Fred que Neymar cambió por gol. El 2 a 1 sería
casi definitorio porque Brasil se liberó de la presión. Minutos antes, Felipao
había hecho un cambio productivo al sumar a un volante en reemplazo de Hulk.
Además, con Bernard en la cancha, Brasil supo contragolpear mejor. Igualmente,
tuvo que sufrir en los últimos minutos, antes del tercero de Oscar, ya que las
falencias defensivas crecieron cuando la pelota estaba en poder de los croatas.
De cruzarse con un equipo similar
en segunda ronda, pero con mayor calibre que Croacia, el seleccionado
organizador podría sufrir un revés inimaginable porque –hasta ahora- depende de
Neymar y el sistema defensivo no otorga garantías. Al menos, Scolari se dio
cuenta a tiempo y reforzó el sector medio del campo con algunas variantes. Tal
vez, Brasil no vuelva a jugar con la misma disposición porque, entre otras
cosas, por ejemplo, desperdicia a un delantero potente como Hulk al
posicionarlo cerca de las bandas.
Croacia dejó una buena impresión,
a pesar de sus falencias, pero demostró que sin hombres desequilibrantes puede
imponerse como equipo. A Brasil aun le falta bastante para ello…