El grupo B, uno de los más duros del certamen, se definió
antes de que culmine la primera ronda. Solo resta saber quién ganará la zona. El
campeón del mundo quedó eliminado sin sumar un punto y es el papelón de la Copa,
tras la derrota con Chile. En tanto, Holanda se asustó contra un rival en
teoría débil, pero que mostró los dientes hasta el final. Por el Grupo A,
Croacia apareció en su máxima expresión para golear a Camerún, otro que se va
de Brasil 2014.
Chile 2-0 España
Hubo un solo equipo en cancha. Tras la golpiza holandesa, el
Mundial se había acabado, solo restaba la confirmación y Chile le propinó el
golpe de gracia. Basado en el 4-2-3-1, Del Bosque no pudo recuperar a sus
jugadores y, a pesar de controlar el juego en el inicio del partido, siempre
demostró liviandad. Hubo varias alertas de que el encuentro no sería cómodo
porque cuando Chile atacaba, España defendía en línea y retrocedía sin
convicción. Al minuto los dirigidos por Sampaoli asustaron a los ibéricos.
En aspectos generales, los campeones estuvieron estáticos y
en su mejor momento –que fue escaso- la “roja” le pegó el primer disparo. Las
bandas no se mostraron seguras y por el centro Chile avanzaba sin oposición.
Alexis Sánchez tuvo la movilidad de siempre y sus compañeros lo rodearon
constantemente para que el jugador del Barcelona encuentre descargas ante su
velocidad.
Con Xavi en el banco y el estancado Diego Costa como hombre
de área, España fue un equipo lento, cansino, que no ofreció variantes y que
trasladó demasiado la pelota. Lo mismo le sucedió en el debut y fue derrumbado
por la “naranja”. De nada sirve lucir individualidades, como le ocurrió a otras
selecciones. Los mejores equipos son los que tienen jugadores que se desprenden
rápidamente el balón. Ese es el fútbol moderno que se juega y el que logra
resultados. Chile hizo lo correcto, pero le sumó espíritu, además de las
cualidades futbolísticas.
España quedó eliminada dando pena. Da la sensación que es
estado anímico viene de antes del Mundial y que los factores futbolísticos se
hicieron sentir en plena competencia. David Villa no tuvo minutos en el campo y
el Niño Torres fue la única variante que ofreció Del Bosque.
Para Chile fue fácil, con el esquema de Sampaoli podrá ganar
o perder, pero ofrece algo mejor cada partido. Esta vez, dispuso de tres
hombres en defensa, dos laterales volantes, tres mediocampistas que jugaron muy
juntos y dos delanteros para definir. El resto lo otorgan el peso de los
hombres de jerarquía que los trasandinos cuentan producto de una generación
extraordinaria.
Holanda 3-2 Australia
A diferencia del debut brillante ante España, los Países
Bajos tuvieron un partido complicado y sufrido porque Australia le jugó de
igual a igual. De hecho, fue el oceánico quien comenzó tomando la pelota por
las astas para controlar el trámite y dar la sorpresa. Como la mayoría de los
compromisos de la Copa, la intensidad vistió el campo de juego, aunque Holanda
estuvo imprecisa. Sin embargo, tras un contragolpe, Robben se escapó por la
izquierda y anotó el primer gol de la tarde.
La respuesta australiana demoró pocos minutos y el golazo de
Cahill –de volea- será recordado como uno de los mejores del Mundial. Lo llamativo
del día fue que el conjunto de Van Gaal era acorralado y nunca tuvo la pelota
en su poder. El dispositivo del mediocampo australiano impedía que Holanda
pueda salir con Sneijder y la presión de
Jedinak y Bresciano en la mitad resultó favorable. Además, los “naranjas”
carecían de contención en la mitad y fue imposible detener a Leckie por
derecha.
Van Gaal respetó el esquema y paró a tres hombres fijos en
el fondo, los laterales se desplegaron aunque culminaron retrasados, luego dos
volantes centrales, más adelante Sneijder y finalmente dos delanteros para la
contra. Por su parte, Australia mantuvo el 4-2-3-1, con Bresciano suelto en el
centro para crear y retroceder a la vez.
El segundo acto fue distinto porque la supremacía
australiana tuvo su límite en dos factores: el físico y el futbolístico. Además,
tras el gol de penal hubo una merma en el rendimiento del conjunto amarillo y
verde. Holanda creció y tomó el partido por las riendas. El control del balón fue
disperso y se emparejaron las acciones. No obstante, la “naranja” fue más
porque comenzó a defenderse con mayor fiereza y fidelidad. El ingreso de
Memphis Depay -PSV, 22 años- fue fundamental e incidió en el resultado con su
gol definitorio.
Fue una buena prueba para que Holanda continúe su camino
hacia la segunda ronda, habiendo goleado al campeón, pero también para no
subestimar rivales tras este triunfo ajustado. Quienes se crucen con la “naranja”
ya saben que es un equipo temible en la ofensiva, aunque inseguro en la
defensa.
Croacia 4-0 Camerún
Fue un monólogo y Croacia lo insinuó ante Brasil, a pesar de
la derrota. Los cuatro goles estuvieron acordes al trámite y el mediocampo
brilló. Midiendo los tiempos de los minutos iniciales, Modric y compañía
esperaron que Camerún dejara de avanzar desordenadamente para asestar una
contra mortal. A partir de allí, el encuentro estuvo bajo control balcánico,
mientras que los africanos comenzaban a desesperarse hasta pelearse entre
ellos.
La indisciplina ha sido una de las características de
Camerún durante las Eliminatorias y la última Copa Africana de Naciones. Todo esto
se vio reflejado en el segundo compromiso de la copa y nada parece que
revertirá esta situación. La tonta expulsión de Song no aportó demasiado. Para colmo
no jugó Sammuel Eto’o, jugaron con un 4-1-4-1 inentendible y los cameruneses
llegaron solo con remates desde lejos.
Croacia solo tuvo que esperar, controlar l pelota y atacar para alimentar el marcador. Hasta se dio el lujo de cambiar de posición a Olic con Pranjic, quienes rotaron por las bandas y continuaron desplegándose hasta llegar a Itandje. Nico Kovac volvió a utilizar el 4-2-3-1 y tuvo al goleador Mandzukic como principal arma ofensiva.
Croacia solo tuvo que esperar, controlar l pelota y atacar para alimentar el marcador. Hasta se dio el lujo de cambiar de posición a Olic con Pranjic, quienes rotaron por las bandas y continuaron desplegándose hasta llegar a Itandje. Nico Kovac volvió a utilizar el 4-2-3-1 y tuvo al goleador Mandzukic como principal arma ofensiva.