Se
disputaron los octavos de final de la Copa del Mundo, resultando ganadores los
primeros de cada grupo de la fase inicial. No hubo sorpresas, pero dolieron las
salidas de Chile y México, por lo que demostraron ante Brasil y Holanda,
respectivamente. Además, Argentina, Alemania y Bélgica sufrieron demasiado para
clasificar a cuartos.
Argentina
1 – Suiza 0 (Suplementario)
El
sufrimiento fue demasiado, la tensión se transmitió desde la cancha hasta las
tribunas, pero Argentina logró clasificarse a cuartos de final agónicamente. A
dos minutos del cierre, Messi tomó el balón para que Di María defina la
historia. Sin embargo, el palo salvó al conjunto sudamericano a cinco segundos
de los penales. El cero a cero fue producto de la falta de definición argentina
y la buena defensiva suiza.
El planteo de Ottmar Hitzfeld fue el mismo que en
los partidos anteriores: estudiar al seleccionado albiceleste, afirmarse atrás
y esperando salir de contragolpe. Por su parte, Argentina hizo lo mismo de
siempre, es decir, tener posesión del balón en campo contrario, lateralizando
el juego para encontrar espacios y ser dominante. Sin embargo, esta estrategia
no prosperó por la falta de movilidad de sus futbolistas, quienes permanecen estáticos
y carecen de ideas para modificar esta tendencia. El equipo de Sabella no
ofrece muchas alternativas tácticas y, al igual que Brasil, trasladan demasiado
el balón hasta que el astro brille con alguna jugada salvadora. Así, Argentina
se plantó en terreno rival hasta el hartazgo, pero sufrió de contragolpe, sobre
todo en el cierre del partido y en el alargue, al quedar mal parados en pleno
retroceso. Con más entrega que fútbol, Romero volvió a ser fundamental en un
par de jugadas suizas, donde Shaqiri intervino a pinceladas. Las falencias argentinas
son de mitad de cancha hacia atrás porque no tiene un medio campo asociado y
aceitado. Solo Mascherano tuvo un partido aceptable por su trabajo de recuperación,
que generalmente realiza en soledad. En ataque, genera por el peso específico y
el talento de Di María y Messi, pero el resto de los delanteros no entran en
contacto con la pelota. Además, cuando juega de contragolpe ofrece mejores
situaciones de peligro.
Brasil
1 (3) – Chile 1 (2)
Hasta
el momento, el local solventa su clasificación bajo tres aspectos: jugar en
casa, tener a Neymar y en su suerte. El remate que Pinilla estrelló en el
travesaño pudo haber sido el entierro del equipo favorito del Mundial. El
trámite del partido fue variable y Chile se encargó de jugar de igual a igual,
sin meterse atrás, porque desconoce esa estrategia, y oponiéndose a un rival
que luce rígido, inseguro y dependiente de su estrella. El inicio fue “verde-amarelo”,
los dirigidos por Felipe Scolari adelantaron sus líneas para impresionar de
entrada, lo que obligó a Chile a plantarse de contragolpe. La sociedad
Neymar-Hulk se aceitó a medida que transcurrían los minutos y Brasil generó
algunas situaciones de peligro frente a Bravo. El gol llegó de pelota detenida,
aprovechando los problemas defensivos de altura de la visita, resultando justo
por el trámite del momento. En el mejor momento brasileño, Chile se topó con el
empate porque encontró espacios a espaldas de Marcelo. El esquema de Scolari (4-2-3-1) es respetado
por su plantel, pero les quita chances de rebeldía a sus hombres talentosos.
Además, limita demasiado a los medios defensivos (Luiz Gustavo y Fernandnho),
quienes corren más de lo que juegan. Ya en la segunda parte, Chile creció aprovechando
los inconvenientes defensivos del “scratch” y el buen manejo de la pelota que
imprimieron sus mediocampistas, sobre todo Vidal y también Alexis Sánchez. Por
otra parte, Aránguiz y Pinilla tuvieron opciones clarísimas de gol en el
epílogo y en el alargue, en plena superioridad trasandina. No obstante, los
penales terminaron de definir la llave a favor de Brasil, que no corrige sus dificultades
y depende casi exclusivamente de Neymar, quien se cansó en el alargue y no
participó de acciones importantes.
Colombia
2 – Uruguay 0
El
golpe que generó la ausencia de Luis Suárez fue demoledor y Uruguay se fue de
la competencia habiendo mostrado un juego mediocre y deslucido. Es cierto que
enfrente tuvo a un equipo poderoso por su dinamismo y contundencia y que,
además, cuenta con una de las figuras de la Copa. Las actuaciones y los goles de
James Rodríguez le valieron un toque de calidad a un grupo equilibrado por los
rendimientos individuales. El ex jugador de Banfield se destaca sobre el resto
y Colombia juega a su ritmo, con velocidad y verticalidad. El director técnico,
José Pekerman se encargó de ordenar a un conjunto de talentosos y esta virtud
lo convirtió en un equipo que aún desconoce su techo. El comienzo del partido
fue trabado y sin mucho vértigo, hasta que James clavó un golazo de volea,
inatajable para Muslera. El técnico cafetero, José Pekerman, cambió la
disposición táctica y jugó con Jackson Martínez como compañero de ataque de Teo
Gutiérrez. Esto complicó a la defensa celeste que no venía teniendo un buen
mundial. El juego colectivo de Colombia es sensación por vistoso y efectivo,
seguro y sensato a la vez, aunque no siempre tenga la pelota en su poder. Por
último, poco decir de Uruguay, una sombra del semifinalista de Sudáfrica 2010,
que perdió a su figura y se apagó en 90 minutos.
Francia
2 – Nigeria 0
Los
galos son un seleccionado compacto, seguro y práctico. Saben administrar la
pelota y juegan pensando en el arco de enfrente. Basados en la solidaridad,
entrega y juego de sus mediocampistas, Francia no tuvo problemas para eliminar
a Nigeria pero le costó más de lo esperado. El conjunto africano comenzó
lanzando pelotazos hacia sus delanteros porque el dominio francés en la mitad
de cancha era absoluto. De un momento a otro, Obi Mikel disputó la posesión y
el equipo se animó a resolver con la pelota al ras del piso. Así, los franceses
se dieron cuenta de que el encuentro iba a ser complicado, pero contaban
nuevamente con Pogba, una de las figuras de la Copa. En pocos minutos, el
reparto de las acciones era equitativo, aunque Valbuena comenzó a desequilibrar
por la derecha y esto descubrió los problemas defensivos de las “águilas verdes”.
Enyeamá fue vital cuando Francia aceleró y estuvo cerca de anotar. Así y todo,
Nigeria demostraba ambición, aunque sobre el cierre del encuentro aflojó
físicamente. Finalmente, los goles llegaron por decantación y presión de los
europeos, proyectando al conjunto de Deschamps como uno de los aspirantes a
jugar la final de la Copa.
Holanda
2 – México 1
Fue
un encarnizado duelo de estilos, definido a último momento y con jugadas
polémicas. Ambos se agredieron como se esperaba, hasta sacarle chispas a la
pelota y retorciendo cualquier tipo de pronósticos. En lo esquemático, la “Tricolor”
no varió, optando por el usual 3-5-2, aunque con la dinámica de siempre y con
Salcido en la cancha. En tanto, la “Naranja” también mantuvo su idea y jugó con
el 3-4-1-2 que utilizó Van Gaal en los partidos anteriores. México disputó el
pleito en la mitad del campo, donde tuvo superioridad y generó varias ocasiones
de gol, desconcertando al seleccionado europeo. Luego de algunas jugadas interesantes
del conjunto de Herrera, los holandeses de acomodaron y el calor hizo el resto
hasta estancar el partido. Luego del intervalo, Dos Santos anotó un golazo
brutal que fue l principio del fin porque hizo activar a la “Naranja Mecánica”.
Así, México cedió y retrocedió para jugar de contragolpe, sirviéndole el
trámite a Robben, quien brilló en los últimos minutos. Los cambios beneficiaron
a Holanda: el mítico Huntelaar ingresó por Van Persie y cedió un pase que Sneijder
supo aprovechar para la igualdad. A los dos minutos, Robben se tiró y el juez
compró penal y sentencia definitiva. Quedó demostrado que los de Van Gaal
pueden dar vuelta historias complicadas y, del mismo modo, también sufren
cuando se desordenan en mitad de cancha.
Alemania
2 – Argelia 1 (Suplementario)
Otros
de los grandes en sufrir su pase a cuartos fue Alemania, que jugó de mayor a
menor en este Mundial que encuentra paridad en casi todos los continentes. Los
argelinos, demostrando enormes cualidades para plantarse en campo rival o jugar
de contragolpe fueron un duro rival para el candidato natural que tiene el
certamen. En esta ocasión, los alemanes tuvieron posesión del balón y se ubicaron
cerca del área de Bohli. Este adelantamiento, producto de la falta de definición,
generó espacios a espaldas de los mediocampistas teutones, lo que supieron
aprovechar Feghouli y Soudani para complicar los planes de Joachim Löw. De
hecho, en más de una oportunidad, Neuer ofició de líbero e impidió que Slimani
defina mano a mano. La igualdad en el marcador los transportó al alargue, donde
Alemania tuvo superioridad física y futbolística con los cambios. André
Schürrle supo abrir la rígida defensa de los “zorros” y simplificó las jugadas
que el equipo venía insinuando.
Costa
Rica 1 (5) – Grecia 1 (3)
La
gran revelación del Mundial es Costa Rica por quedarse con el “grupo de la muerte”
y por haberse clasificado a cuartos de final. Si bien tuvieron que esperar
hasta los penales, los centroamericanos fueron más que Grecia porque supieron
manejar el balón con criterio y autoridad. Sin embargo, los griegos supieron
defenderse y no dejaron que Campbell tenga opciones de gol. Costa Rica pudo
marcar recién en la segunda mitad, tras un centro de Bolaños y la definición de
cabeza de Ruiz. La expulsión de Duarte cambió los planes y Grecia se animó a
atacar con superioridad numérica y mucho ímpetu, bajo la conducción de
Karagounis y las proyecciones de Holebas. El desgaste físico se notó en ambos
equipos, pero los europeos sacaron fuerzas desde no tenían para sentenciar la
igualdad de Sokratis. Costa Rica se abroqueló atrás y aguantó hasta los
penales, donde el gran Navas salvó nuevamente el equipo de Pinto.
Bélgica
2 – Estados Unidos 1 (Suplementario)
Apareció
Bélgica, aunque tuvo que sufrir hasta el alargue para superar a Estados Unidos,
un rival muy complicado para superar por su estructura defensiva. De entrada,
fue un duelo dinámico, de ida y vuelta, posiblemente, de los más atractivos de los
octavos de final. Los arqueros se lucieron para que las vallas permanezcan
invictas, a pesar de las situaciones de Origi y Dempsey. De a poco, los
norteamericanos fueron retrocediendo metros y, ante la presión belga, se
asentaron atrás para proyectar contragolpes. De este modo, los “diablos rojos”
avanzaron en bloque y se desplegaron rápidamente hasta asfixiar al rival, sobre
todo desde la izquierda, donde Hazard y De Bruyne se asociaron. En la segunda mitad,
se repartieron la tenencia del balón, pero Bélgica insistió con su idea de ser
avasallante, transformando a Howard en figura. Los europeos llegaron al alargue
con más resto físico y metieron dos goles definitorios, a pesar del descuento
final. Por momentos, los “diablos” desarrollaron un juego vertical, rápido y
dinámico, aunque despilfarraron varias opciones de gol.