Qatar 2022: la guerra de la UEFA contra la FIFA deja una lluvia de lesionados

 


A pocas horas del inicio del Mundial de futbol una cantidad insólita de jugadores fueron descartados de la competencia por haber sufrido lesiones en las ultimas semanas. Estrellas de seleccionados poderosos y figuras emblemáticas de muchos equipos se perderán el certamen mas importante del planeta. Mas allá de los motivos físicos y deportivos que provocaron las dolencias en cada futbolista, existen factores que obedecen a la falta de interrupción de las competencias europeas en la previa de un certamen hiper anticipado y que se celebra solamente cada cuatro años. Aquí sumamos la responsabilidad de los organizadores, las federaciones y asociaciones que optaron -en cierta armonía y supuesta complicidad con la UEFA- por la continuidad de sus ligas, con un Mundial a la vuelta de la esquina.

En primer lugar, la elección de Qatar como sede de la Copa del Mundo a fines de 2010 generó muchas controversias. Al mismo tiempo, fue electa la sede del Mundial de Rusia 2018, lo que ocasionó diversos ataques a los principales directivos de la FIFA y de la UEFA por ambas decisiones. En aquel entonces, la prestigiosa revista francesa France Football denunció en 2013 que hubo “distintos actos de corrupción en la elección de Qatar como sede del Mundial 2022” (Clarín, 29/01/2013). La publicación señaló a distintos miembros del comité ejecutivo de la FIFA, incluidos el fallecido Julio Grondona, Joseph Blatter (ex presidente) y Michael Platini (ex titular de la UEFA), entre algunos deportistas, políticos y personalidades de la época.

Qatar superó a Estados Unidos en la votación del comité de la FIFA celebrado el 2 de diciembre de 2010 en Zúrich, despertando innumerables sospechas porque -según refiere el sitio web de la Cadena SER de España- los informes preliminares a la elección, que datan de julio y octubre de 2010, se recibió “el primer ‘warning’ de la comisión de FIFA encargada de realizar las visitas a los países candidatos. Es la única de todas ellas a la que califican de 'alto riesgo'. Curiosamente, Rusia también tuvo una valoración desfavorable, calificándola de 'medio riesgo' por sus problemáticas en el ámbito de los transportes y las conexiones internacionales” (16/11/2022).

Posteriormente, -rememora la nota- los Estados Unidos le encargaron al FBI una investigación sobre el proceso de elección de Qatar como sede mundialista, lo que generó procesos penales que comprobaron la utilización de diversos sobornos, la detención de varios dirigentes en un hotel de Suiza, la renuncia de Blatter, otros juicios paralelos -FIFA Gate- y la renovación inmediata de las autoridades, tanto en UEFA como en FIFA, así como en la CONMEBOL y en otras entidades.

En paralelo, el FIFA-Gate permitió descubrir la implicancia de otros dirigentes reconocidos y de empresarios argentinos en casos de corrupción, como José Luis Meiszner, Eduardo Deluca, Alejandro Burzaco (Torneos), Hugo y Mariano Jinkis (Full Play Group).

El reporte de SER evoca que el ex presidente francés, Nicolas Sarkozy, presionó para que Qatar sea elegida sede a raíz de "beneficios geopolíticos y económicos para el futuro de Francia" (16/11/2022). Cinco meses después, los cataríes comprarían al PSG.

El Qatargate -así titulado por France Footbal- quedó desarticulado en 2014 cuando el Comité de Ética de la FIFA consideró que las evidencias no eran suficientes para comprobar que hubiese habido corrupción en las adjudicaciones de las sedes de los mundiales de Rusia y Qatar. Sin embargo, en 2019 se hizo público el informe -que estuviera a cargo del investigador interno de la FIFA, Michael J. García- lo que motivó a que la Justicia aún mantenga en proceso a 16 de los 22 miembros electores de la FIFA que votaron por Qatar 2022.

Ahora, ¿Cómo llegamos del Qatargate a las lesiones de los futbolistas? Con la confirmación de Qatar como sede del Mundial, en Europa se alzaron muchas voces en contra de lo sucedido gracias el “viejo modelo” electoral de los países organizadores, trayendo a colación los informes que catalogaban a la sede de Qatar de “alto riesgo”, y criticando al país árabe como estado protector del terrorismo, a la explotación y muerte de trabajadores para la construcción de estadios y también a la falta de libertades.

Hace un año, Aleksander Ceferin -presidente de la UEFA desde 2016- había amenazado con “no jugar en Qatar. Así que buena suerte con un Mundial como ese (…) Creo que nunca se dará porque va en contra de los principios básicos del futbol” (TyC Sports, 09/06/2021). En guerra contra el proyecto de la FIFA para celebrar los mundiales cada dos años, el esloveno Ceferin cuenta con el respaldo de los miembros de su Federación, quienes decidieron orgánicamente no interrumpir ni postergar las ligas europeas.

Los clubes de la Premier League, la Liga de España, la Ligue One, la Serie A y la Bundesliga -por citar a las más poderosas- ya habían anticipado que no iban a liberar jugadores a sus seleccionados por un periodo no contemplado por el reglamento de la FIFA -9 días-. En su momento, el presidente la federación alemana de fútbol, Fritz Keller, señaló en 2019 que disputar el Mundial en Qatar era "una mala idea".

Esta batalla venía sucediéndose previamente, en las Eliminatorias y en los partidos de fechas FIFA, sobre todo en oposición a los países no europeos, debido a las distancias y a los viajes de los deportistas que tenían que sumarse a sus respectivos equipos. Precisamente, según un informe de LTT Sport, “un 73% de los jugadores que participarán en el certamen milita en clubes de Europa”.

La fecha atípica de la disputa del Mundial de Qatar también dio impulso a las protestas europeas. Las altas temperaturas en el Golfo Pérsico obligaron al cambio del calendario, desplazándose la realización del torneo de junio (verano boreal) a noviembre (invierno boreal). Ante ello, las ligas decidieron frenar las actividades para el fin de semana previo al inicio de la Copa del Mundo, impidiéndoles a los seleccionados contar con el tiempo suficiente para prepararse.

Por lo tanto, la falta de disposición de la UEFA -por intermedio de sus ligas- y la débil respuesta de la FIFA -al mando de Gianni Infantino- para contemplar la preparación deportiva de muchos equipos para el Mundial de Qatar fueron vectores significativos para la sobre exigencia de los futbolistas en un calendario demasiado apretado.

En el fútbol actual, los jugadores disputan cada vez más partidos, lo que genera que el tiempo de recuperación sea mayor. O al menos así debería ocurrir. Según Alfonso del Corral, en una nota publicada por 20Minutos (03/04/2014), el ex responsable de los servicios médicos del Real Madrid entre 1994 y 2007 explicaba que “en la temporada hay dos picos fuertes y problemáticos de máxima intensidad, en los que los futbolistas se lesionan más. La pretemporada, porque la gente no está todavía rodada. Y los últimos dos o tres meses, porque se acumulan la fatiga del año, la suma de golpes e impactos y la responsabilidad de tener que jugarse todo en poco tiempo”.

Para el Mundial de Qatar, gran cantidad de jugadores se lesionaron en los últimos meses (octubre y noviembre), la mayoría con dolencias musculares sobre las recientes semanas de competencia europea. Si la FIFA hubiese tenido la fuerza necesaria para doblegar a la UEFA en la interrupción de sus ligas para contemplar la cesión de jugadores a los respectivos seleccionados con un tiempo prudencial, a fin de contar con una efectiva preparación, posiblemente, muchos de los deportistas lesionados habrían tenido la chance de recuperarse en estas semanas.

Pero también es cierto que la FIFA viene cediendo poder y terreno. El ineficaz “Programa de Ayuda a Clubes”, que distribuye dinero a los equipos que cedan jugadores para el mundial, no resuelve el problema: el reglamento de la FIFA -Anexo I del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores- quedó obsoleto porque avala a las instituciones al “préstamo” no muy anticipado de sus futbolistas -apenas 9 días-; normas que deberían revisarse -al menos- cuando se disputa un Mundial cada cuatro años.

 Por Santiago Figueredo